Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia
El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia conmemora en Argentina a las víctimas de la dictadura militar conocida como el «Proceso de Reorganización Nacional», que gobernó el país desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983, fecha comienzo de la Democracia en Argentina.
Esta fecha significativa fue oficialmente establecida en el año 2002 mediante la Ley de la Nación 25.633. El artículo 1º de esta ley declara: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976”.
Durante la dictadura militar en Argentina (1976-1983), 30.000 personas fueron víctimas de desapariciones forzadas, torturas y asesinatos como parte de una política sistemática de represión. Estas personas, conocidas como los "30.000 desaparecidos", eran opositores políticos, activistas, sindicalistas, estudiantes y cualquier persona considerada una amenaza por el régimen militar.
Muchos de ellos fueron secuestrados, llevados a centros clandestinos de detención, donde fueron torturados y, en muchos casos, asesinados. Sus cuerpos fueron ocultados intencionalmente, y sus familias no supieron qué les había sucedido durante años.
En el contexto de esta tragedia, surgió un movimiento liderado por las madres y abuelas de los desaparecidos. Las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas de Plaza de Mayo son dos organizaciones de derechos humanos formadas por madres y abuelas que buscaban a sus seres queridos desaparecidos. Las Madres de Plaza de Mayo comenzaron a reunirse en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada en Buenos Aires, para exigir información sobre sus hijos desaparecidos y justicia. A pesar del peligro y la represión, estas mujeres valientes continuaron su lucha incansable por la verdad y la justicia.
Las Abuelas de Plaza de Mayo se enfocaron en la búsqueda de los niños que nacieron en cautiverio, cuyas madres embarazadas fueron secuestradas y asesinadas durante la dictadura. Estos niños fueron adoptados ilegalmente por familias afines al régimen militar. Las Abuelas de Plaza de Mayo han trabajado arduamente para identificar a estos niños y reunirlos con sus familias biológicas, devolviéndoles su verdadera identidad.
Estos grupos y sus esfuerzos valientes han sido fundamentales para mantener viva la memoria de las víctimas de la dictadura, para luchar por la justicia y para crear conciencia sobre los derechos humanos en Argentina y en todo el mundo. Su perseverancia y determinación han dejado una huella indeleble en la historia argentina y continúan siendo un ejemplo de valentía y resistencia.